viernes, 15 de agosto de 2008

DOCUMENTAL UIII DEMASIADO TARDE







PRODUCTORA ORZCINEMA

PRESENTACIÓN

El domingo 5 de marzo de 2005, cerca de las 5 de la tarde, se inicia un incendio en una de las secciones del edificio Diego Portales, (anteriormente al gobierno militar, se llamaba Centro Cultural Gabriela Mistral y antes que esto fue la
sede de la Tercera Conferencia Mundial de Desarrollo y Comercio de las Naciones Unidas), que por falta de mantención no puede ser debidamente controlado por Bomberos y termina colapsando en una de sus estructuras principales.

Esta imagen de pérdida irreparable quedó grabada en mi retina con una pesadumbre inmensa, pues este edificio fue y es, uno de los íconos del gobierno socialista de Salvador Allende. En él conocí y saludé al presidente Allende cuando tenía 10 años, un recuerdo que jamás he borrado de mi memoria. También recuerdo que mi profesor de historia de esa época en mi colegio, nos motivó a visitar su salón principal donde colgaba del techo una escultura gigante fabricada en mimbre por Manzanito, uno de los artesanos más relevantes del país en esa época, llamada “El pez volador”.






















SU CONSTRUCCIÓN Y SU DESTINO

El edificio fue diseñado por los arquitectos Juan Echeñique y Miguel Lawner para albergar la Tercera Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (UNCTAD III) y fue construido en tiempo record. Tan sólo 271 días demoró toda la obra, para la cual el presidente convocó al pueblo obrero para que colaborara con su construcción, pues los plazos se venían encima y faltaban manos para trabajar. Cientos de obreros de la construcción acudieron al llamado y sin cobrar salario alguno, trabajaron jornadas completas para terminar la obra.
Este es un extracto del discurso inaugural del edificio:

"...Queremos que esa torre sea entregada, y así lo propondré, a las mujeres y a los niños chilenos, y queremos que esa placa sea la base material del gran Instituto Nacional de la Cultura (...) queremos que la cultura no sea el patrimonio de una elite, sino que a ella tengan acceso -y legítimo- las grandes masas preteridas y postergadas hasta ahora, fundamentalmente, los trabajadores de la tierra, de la usina, de las empresas o el litoral…"

Salvador Allende, Santiago de Chile, 17 de mayo de 1972.


Luego del bombardeo e incendio del Palacio de la Moneda producto del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, el edificio se constituyó en la sede del gobierno. El Decreto Ley Nº 190 de 10 de diciembre de 1973, cambió el nombre del complejo por el actual “Edificio Diego Portales”. En él funcionaron, desde 1973 hasta 1981, el Poder Ejecutivo (bajo la administración de Augusto Pinochet) y el Poder Legislativo (conformado por la Junta de Gobierno).

En 1981, al trasladarse las oficinas de la presidencia nuevamente al Palacio de La Moneda, el Edificio Diego Portales continuó siendo sede del Poder Legislativo, ejercido por la Junta de Gobierno, hasta el retorno a la democracia en 1990.

Desde 1990, a la fecha el edificio ha sido utilizado como centro de conferencias y convenciones públicas y privadas, y una de sus torres es la sede del Ministerio de Defensa Nacional. Además, durante las elecciones ha albergado el centro de cómputos del gobierno.

Actualmente se ha cerrado el concurso que convocó proyectos para su refundación, cuyo ganador fue el equipo de arquitectos de Cristián Fernández. A partir de este año se iniciarán las obras de restauración y remodelación como centro cultural para el pueblo de Chile.

Fue necesario un incendio violento. Fue necesaria la destrucción del icono, para que Chile reaccionara y todos tomaran conciencia de que este edificio fue heredado por el Presidente Salvador Allende a su pueblo, para el fomento libre de la cultura, para el encuentro de la familia, para el debate y el desarrollo intelectual y artístico.


EL PROYECTO DE DOCUMENTAL



El documental “UIII Demasiado Tarde” pretende recuperar este patrimonio urbano desde el punto de vista histórico, con el objetivo de dejar un legado de lo que significó el sueño de Allende de democratizar la cultura, dando acceso a todos sin diferencias, al goce del arte en toda su plenitud. Los más destacados artistas de la época, en todo el mundo, reaccionaron a favor de esta iniciativa y donaron obras de incalculable valor al museo que se inauguró luego del término de la UNCTAD III, muchas de las cuales desaparecieron o fueron destruidas luego del golpe militar. Este espacio público logró su objetivo y el pueblo pudo acceder a un mundo que le estuvo vetado desde la oscuridad de los tiempos.


Sin embargo, este icono urbano no nace de la casualidad. A fines de los años 60 y comienzos de los 70, en el gobierno de Eduardo Frey Montalva, se crea la CORMU, que es un a corporación paralela al ministerio de vivienda, cuyo fin era democratizar el suelo urbano con una visión modernizadora que llegara a todos por igual. En Brasil, específicamente en Brasilia, se generó un movimiento similar. Era un despertar sudamericano a la entrega del espacio urbano a los pueblos. La acción de este organismo fue generar proyectos de renovación urbana desde el interior del estado, no desde la empresa privada. Los proyectos CORMU no consideraban la rentabilidad del suelo como actualmente sucede, y por lo tanto, se diseñaban con grandes extensiones de espacio libre.



Este es el origen del proyecto que continuó Salvador Allende con el Edificio que albergaría la UNCTAD III y que luego sería destinado como espacio público para la cultura, y que pasó a ser el centro Cultural Gabriela Mistral.

El Edificio significó un triunfo para el pueblo, que con orgullo recibía a los países del mundo. Una invitación al diálogo entre seres humanos que querían entenderse de verdad. Este acto de fe de la gente de Chile quedó plasmado en este hito urbano y muchos de sus nombres quedaron grabados en un lugar secreto de sus cimientos, al menos así cuenta la leyenda.

El desarrollo de las iniciativas como la CORMU es el inicio de la historia. Los anhelos, la visión del hombre como especie, su entorno natural ya transformado totalmente y su interacción en la sociedad.

Luego un recorrido por lo que es la UNCTAD para que se entienda el contexto global en que el Edificio se constituye. El descubrimiento de la dimensión que se le da a esta reunión de países, desde la óptica actual.

La construcción del edificio y la comunión del pueblo en un a sola obra, que evoca los logros de líderes tan carismáticos como los faraones egipcios que movían al pueblo en misiones únicas con la sola palabra. Allende deja de manifiesto su poder de convocatoria y gobierno, al recibir una respuesta de su pueblo que acude en masas a levantar esta mole entre todos. Este es un capítulo central de la película que podría resumirse en la búsqueda de los cimientos.

Finalmente el desastre injusto. El incendio que termina por hacer retumbar las memorias de muchos y nos traslada al pasado en una fracción de segundo para que tomáramos conciencia de su existencia como monumento de todo un pueblo. El proyecto futuro hace renacer este icono y el testimonio de quienes lo iniciaron queda en un registro histórico profundo, uniendo muchas generaciones al legado de Salvador Allende a la cultura del pueblo de Chile.


Este trabajo persigue mostrarnos una faceta constructiva y de relevancia para el futuro. La recuperación del espacio cultural del pueblo es un hito en nuestra historia, como lo fue su fundación. Al menos se que con esta película, se me va a pasar al pena que sentí cuando vi el edificio quemado.

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